Seguramente has oído y leído con mucha frecuencia en redes sociales la frase de “amate, quierete, respetate”.
Esta frase contiene una gran dosis de amor propio y autoaceptación, que con frecuencia no somos conscientes, la mayoría de las veces, que no tenemos ni una cosa ni otra.
- No nos amamos cuando dejamos que las críticas de otros nos afecten al punto de anularnos y derrumbarnos.
- No nos amamos cuando nos maltratamos a nosotros mismos justificando el maltrato con la oportunidad de obtener un beneficio mayor.
- No nos amamos cuando no nos aceptamos a nosotros mismos.
Eres perfecto tal y como eres.
Recientemente vi un video en youtube que me sorprendió a límites que no imaginas, y fui consciente de la cantidad de prejuicios que cargamos sobre nosotros y de los juicios que emitimos de manera gratuita y que pueden, no solo herirnos a nosotros, si no a los demás también.
El video en cuestión, era de un hombre que padecía una enfermedad rara desde su niñez. Una especie de tumor, que le valió estar encerrado y escondido toda su infancia. Su rostro estaba totalmente desfigurado, podría considerarse grotesco, digno de una película de terror.
Sin embargo, no dejé de admirar todo lo que ese hombre fue capaz de hacer. Podrías pensar que no tiene derecho a vivir una vida feliz, un trabajo digno, que debería estar escondido en un sitio donde nadie pudiera verlo para no herir sensibilidades, que no tiene derecho a amar ni ser amado, porque después de todo… ¿Qué bella se enamoraría de esa bestia?
No solo hizo lo que ama hacer en su vida, sino que en su medio alcanzó popularidad, goza de solvencia económica lograda por sus propios medios y se casó y tuvo hijos.
Su mayor temor era que sus hijos heredasen su enfermedad, pero afortunadamente no era genética, lo que le causó gran alegría.
Su esposa mencionaba que desearía que todo el mundo pudiera ver lo hermoso que él era, pues era un ser humano increible. Ella es una mujer hermosa por fuera, pero lo es mucho más por dentro pues supo ver la belleza donde otros solo ven rechazo.
En verdad esta historia me inspiró.
Tener Amor Propio es Importante
Hace falta tener mucho amor propio para amarse a sí mismo lo suficiente como para aceptar a la persona que eres y aprovechar las cualidades de las que dispones sin perder la esencia de quien eres, sin forzarte a ser otra persona diferente a ti.
En la cotidianidad nos juzgamos por cosas más simples, “es muy alto”, “es muy bajo”, “es una flaca”, “es muy gorda”, “demasiado joven”, “se pasa de vieja” y es un seguir y no poder parar…
El ser humano es visual por naturaleza propia, y lo que entra por los ojos es lo que comienzas a amar o a odiar.
Dicho esto, es fácil deducir que la belleza se percibe a través del ojo del que mira. Es imposible gustarle a todo el mundo, es imposible bailar la música de todo el mundo, terminarás deprimido, agotado, realmente exhausto y es necesario decir ¡basta!.
Hay famosas como Mo’Nique, Dana Elaine Owens, Queen Latifah, Kirstey Alley, Tara Lynn por nombrar algunas, que rompen estereotipos amando sus curvas, enamorándose de las personas que realmente son y entonces salen al mundo siendo capaces de mostrar su belleza, su fuerza, su empoderamiento y permiten que el mundo se enamore de ellas también.
Siguiendo con el tema de los kilos de más, puedes ser una persona gordita y puedes querer cambiar eso, sí, es lícito hacerlo pero cuando sobrepasas la línea de hacerlo desde el amor, aceptando quién eres y pasas al castigo, infringiendo dolor a tu mente, tu cuerpo y tu alma, para lograr ser quien no eres, entonces has perdido todo tu amor propio, has dejado de amarte a ti mismo.
Cuando te amas, te aceptas a ti mismo siendo quien eres y eres capaz de sacar el mayor provecho de ti mismo siendo quien realmente ahora eres. Las modelos de tallas grandes triunfan en las pasarelas porque se aceptan y le sacan partido a sus dones y cualidades.
Puedes aceptarte como eres y puedes querer mejorarte a ti mismo, eso está bien.
Lo que no sería bueno hacer es rechazarte a ti mismo como eres y no hacer nada para cambiarlo. Entras en una espiral de toxicidad y automaltrato que te lleva a la auténtica tortura.
Si algo no te gusta realmente, cámbialo, pero hazlo desde la aceptación.
Puedes odiar tu trabajo, odiarlo realmente, pero no lo dejas porque necesitas el dinero.
Puedes detestar vivir con tu pareja, pero no la dejas porque no quieres renunciar al bienestar económico, la comodidad o la posición que esa unión te procura.
Si algo no te gusta simplemente cambialo. Pero no entres en la espiral de rechazar la vida que llevas excusándote en que no puedes hacer nada para cambiarla y llegando, quizás, al extremo de odiarte a ti mismo porque no te aceptas pero tampoco cambias lo que no te gusta.
Tomando el ejemplo del trabajo, una manera de trabajar sobre ello es aceptar que el trabajo que ahora realizas te permite tener la seguridad económica necesaria que te permite vivir pero también formarte para dar el salto a lo que realmente querrías hacer. Aceptas que puedes trabajar ahí con alegría porque te permite estudiar para cambiar de rubro o te permite estar seguro mientras valoras otras oportunidades.
Encuentra tu don y sácale partido
¿Cual es tu don? ¿Cuáles son tus habilidades? ¿Qué es lo que mejor se te da hacer y amas hacer? ¿En qué eres realmente bueno?
No tienes que ser una navaja suiza, de esas que cubren todas las funciones y son multiusos. No tienes que ser perfecto en todo ni tienes que saber hacerlo todo. Solo tienes que hacer bien aquello en lo que eres bueno y en lo que no, delegar, pedir ayuda y dejar que otras personas te colaboren.
Eres una persona muy capaz y perfecta tal y como eres, sólo debes ser capaz de verlo y sacarle el mayor partido a tus habilidades y virtudes.
La autoaceptación no es conformismo
La autoaceptación te lleva a reconocer que eres perfecto tal y como eres, pero también te lleva al merecimiento, a que mereces lo mejor para ti.
Es por eso que si trabajas en algo que no te gusta, y a pesar de que eso puede ser suficiente para llevar una vida razonablemente digna, puedes sentir que mereces algo mejor, algo que te haga vivir tu experiencia laboral como algo gratificante, algo que te apasione y ames hacer, y que encima te paguen por hacer aquello que amas hacer. Y está bien que trabajes en esa línea de merecimiento para lograr tu objetivo de vida.
Si te aceptas como eres, y aceptas que a lo mejor eres una persona gordita y que quizás por algún motivo no puedas o no desees cambiar eso, si puedes mantenerte saludable, siguiendo una dieta que satisfaga la demanda de nutrientes de tu organismo, con algo de ejercicio, que te mantenga en buen estado de salud. Aceptarte gordito no quiere decir que tengas que estar tirado en un sofá todo el día comiendo comida chatarra… ¡Vive! haz todo aquello que te guste hacer. El límite solo lo pone tu mente. Volviendo al ejemplo del hombre desfigurado del video que tanto me impresionó, él tenía una buena voz y triunfó cantando. Inspira a otros con tus pasiones.
Te aceptas pero te amas, y como te amas cuidas de ti, mereces lo mejor y como mereces lo mejor puedes hacer lo necesario para lograr todo lo bueno que la vida tenga para ofrecerte.
Si hay algo de ti que no puedes cambiar, acepta que no puedes cambiarlo y ámate como eres porque eso te dará paz.
Tu paz interior no debería ser negociable.
Si no te gusto a ti, ese es tu problema. Si no me gusto a mí, ese es el mío.
Es así de simple. Si tu tienes un problema con respecto a mi, solucionalo tú y si decides irte pues adiós, tu vacío abrirá la puerta a alguien que realmente me merezca.
Si yo no me gusto a mí entonces el problema debo solucionarlo yo, y no se vale quedarse parado en un sofá lamentándose sin hacer nada, porque amarse a uno mismo es también dar pasos, aunque sean pequeños, que te acerquen al bienestar y equilibrio que se busca.
Es necesario dejar de decirse mentiras a uno mismo, porque si no nunca se podrá tener la paz interior necesaria como para ser capaz de amarse a sí mismo, de aceptarse a sí mismo y por ende, de sentir que se es válido y que puedes dar lo mejor de ti en cada momento.
Para construir y fortalecer tu propia autoestima debes darte la oportunidad de desarrollar tus propias capacidades, tu propia independencia y pensar que si algo no lo haces bien, es una oportunidad para hacerlo mejor.
Nadie es perfecto
Afortunadamente, nadie es perfecto, porque de lo contrario no tendría mucho sentido experimentar una vida humana y terrenal, y dentro de las imperfecciones de cada uno, es posible llevar una vida feliz, sana, saludable, plena y abundante, siendo fieles a nosotros mismos, auténticos con nosotros mismos y sacándole provecho a nuestros valores, dones y virtudes.
Enamórate de ti y muéstrale al mundo la maravillosa persona que eres.
Oración de la Serenidad
Señor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar,
valor para cambiar lo que soy capaz de cambiar
y sabiduría para entender la diferencia.
Ahora te pregunto:
- ¿Te amas a ti mismo realmente?
- ¿Te aceptas?
- ¿Usas tus habilidades y virtudes para vivir la vida que deseas vivir?
- ¿Crees que eres una persona válida, suficiente?
- ¿Eres abundante y vives en la abundancia?
- ¿Estás dispuesto-a a trabajar en ti lo suficiente como para cambiar aquello que no te gusta de ti.
Me encantará escuchar tus comentarios.