“A quien quiera que tenga se le dará más y tendrá en abundancia a quien quiera que no tenga incluso lo que tenga le será arrebatado”

Evangelio de San Mateo 13:12

 Este es un pequeño pasaje, extraído de las Sagradas Escrituras del Evangelio de San Mateo. Explica con toda claridad y en breves palabras cómo funciona la gratitud a la hora de atraer abundancia. Realmente la palabra que se omite en  esa cita es “gratitud” y si lo lees agregándole la palabra, cobra pleno sentido.

 “A quien quiera que tenga gratitud, se le dará más y tendrá en abundancia. A quien quiera que no tenga gratitud, incluso lo que tenga le será arrebatado.

Es importante ser una persona agradecida.

Da las gracias de corazón. Con sentimiento  de agradecimiento por todo lo que se tiene y por todo lo que se ha recibido en la vida. Incluso aunque ahora estés transitando por momentos de penurias, dolor o simplemente tratando de resolver algún pequeño desafío.

Si no eres una persona agradecida, si no te molestas en dar las gracias, nunca tendrás más y con seguridad aquello que has conseguido lo perderás.

 Una lección muy grande nos la dejo el evento pasado de la pandemia. Cosas que dábamos por sentado que nunca podríamos perder, que nunca se nos podría privar de ellas, las perdimos. No fuimos personas agradecidas. Solamente comenzamos a valorar las cosas esenciales de la vida como una caricia, una mirada, un abrazo, un beso, salir ala calle a pasear, solo o con tus mascotas, cosas simples y cotidianas que dábamos por seguras, cuando las perdimos.

 Hay que aprender de esa gran lección. Hay que practicar la gratitud por cada bendición que se recibe, cada cosa pequeña, aunque tú pienses que no tiene valor, claro que lo tiene.

 Además, la gratitud es una ley universal que trabaja en colaboración con otras. Por ejemplo: la Ley de Atracción: “lo semejante atrae a lo semejante.”

Sé coherente en tus pensamientos y sentimientos

 Como ya vimos anteriormente, estamos en un universo que es mental, todo es mente es la primera ley Universal que puedes ver reflejada en el libro del Kybalion. Y como recordatorio, sabe que está ley se activa a través del pensamiento en comunión con el sentimiento y se manifiesta a través de la palabra hablada y la acción.

Si tú piensas:

“no me gusta mi trabajo. Odio trabajar en este ambiente, no me gusta para nada los compañeros que tengo. Mi jefe es muy severo conmigo, me molesta todo el tiempo, odio a mi jefe.”

No eres consciente de que ese trabajo es el que te permite traer un sueldo a tu casa. Te permite pagar tus facturas, vivir razonablemente cómodo durante el mes, a lo mejor sin lujos, pero tampoco en la miseria. Tal vez tu trabajo te permite disfrutar de una serie de horas libres cada día, que podrías  emplear en formarte para mejorar tu posición social. Si en lugar de ello eliges el camino del lamento, el estar todo el tiempo en plan victimista y no eres agradecido, posiblemente pierdas esa bendición que tienes.

Ese empleo puede ser un paso intermedio, que te permite tener los recursos y la libertad para estudiar, formarte y poder escalar en la vida hacia una posición mejor.

Sin embargo, la mayoría de los mortales quieren las cosas de forma sencilla, rápida, fácil, sin tener que esforzarse y cuando no tienen lo que desean de manera inmediata, se quejan y olvidan agradecer aquello que tienen. Eso inevitablemente con el tiempo, les lleva a perder esa posición de privilegio, porque hasta el trabajo más humilde es un privilegio.

Es necesario por tanto, ser conscientes de las bendiciones que ya tenemos en nuestra vida 

No puedes dar las gracias por tener un plato de comida en la mesa y luego tener miedo de que mañana no haya más.

Si te quejas de que no tienes suficiente dinero, seguirás recibiendo más circunstancias en tu vida que te ayudarán a seguir en esa queja, porque lo estas vibrando y las vibraciones similares se atraen. Es necesario ser consciente de esto y romper ese circulo vicioso.

Un ejercicio para comenzar a practicar la gratitud

ejercicio de gratitud

Cómprate una libreta o mejor aún, te la puedes confeccionar tú mismo y de esa forma la vas impregnando de tu propia energía y para hoy, vas a hacer una lista de todas las cosas que consideres que son un beneficio en tu vida. Aquellas que te permiten tener una razonable seguridad y un razonable bienestar.

Cuando piensas que tú estás mal siempre hay personas que están peor que tú. Si ya sé, eso es algo que has oído mucho pero es necesario que lo entiendas. Por eso te pido que hagas esa lista y des las gracias por lo que realmente tienes y por lo todo lo que sientas que debes estar agradecido.

 Seguramente tienes un hogar en el que cobijarte. También una cama en la que acostarte, agua caliente en tu bañera o ducha, un plato de comida en tu mesa. Y así puedes enumerar cada bendición que tienes:

  • Dos piernas que te permiten caminar,
  • dos brazos que te permiten trabajar y abrazar,
  • manos que acarician,
  • ojos que ven,
  • una nariz que huele etc.

Ser consciente de tus propias bendiciones es lo que te permitirá dar las gracias por todo lo que tienes. De esa forma, cuando lo haces de corazón, cuanto más des las gracias, más recibirás. Es ley universal: “lo que das recibes y cuanto más das más recibes” porque vibraciones similares se atraen.

La gratitud es una filosofía de vida compartida

Esto no es algo que solamente veas en las Sagradas Escrituras, sino que es una filosofía de vida que se ha transmitido a través de múltiples disciplinas: el cristianismo, el islamismo, el budismo, el hinduismo, el judaísmo, etcétera.

Mahoma dijo que la gratitud por la abundancia que recibimos es la mejor garantía de que la abundancia proseguirá.

 Buda dijo que no tenemos razón alguna para ninguna otra cosa que no sea el agradecimiento y la felicidad.

 El propio Jesús daba las gracias antes de realizar cada milagro.

Haz este ejercicio cada mañana

Da gracias al despertar

  Aparte de escribir tu lista de bendiciones, te invito a hacer un pequeño ejercicio mañanero, nada más que abras los ojos en tu día.

Cuando te levantes por la mañana, da las gracias por todo aquello que tú consideres que es un motivo de gratitud en tu vida. Quizás por abrir los ojos al nuevo día, tal vez porque tienes buena salud o aunque tengas algunos achaques, todavía puedes valerte por ti mismo. Da las gracias por tener algo que servir en tu mesa o simplemente por tener a tu alrededor personas que te quieren, que te aman, que te valoran y respetan.

 En todo caso, si no encuentras un único motivo para dar las gracias, el fallo está en ti.

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