Hay tres señales muy claras que te pueden ayudar a detectar con absoluta claridad que la manifestación de tu abundancia viene de camino, y si en este momento de tu vida, estás experimentándolas, debes estar preparado para vivir tu momento con conciencia y compromiso para recibir esa abundancia.
Señal nº 1: Vas a notar que pierdes algo, se crea un vacío en tu vida.
¿Has visto la película de Avatar? Hay una escena donde la Sacerdotisa del Clan le dice a Jake Sully: “Es difícil llenar un vaso que ya está lleno”.
Pues lo mismo sucede con tu vida, deben generarse vacíos para poder llenarlos con cosas nuevas. Si hay algo que el Universo “detesta” por decirlo de alguna manera, es que haya vacíos, en cuanto se genera uno, inmediatamente vuelve a llenarlo con algo diferente.
Las perdidas que puedes estar experimentando pueden ser muy variables, por ejemplo de pronto has perdido tu empleo, una pareja, un amigo o amiga, tu poder adquisitivo porque de pronto has sufrido un revés económico etc.
Cuando se abre ese vacío y pierdes algo, y ese algo se va, es porque ya no está en tu frecuencia vibratoria, tú estás creciendo, tus pensamientos están cambiando, y tus emociones y sentimientos también, y claro, ello indica que tu frecuencia vibratoria está cambiando.
En el Universo, como sabes, nos regimos por leyes, hay 36 leyes universales y muchas de ellas necesitan de las otras para generar la manifestación. Si te adentras en el estudio de ellas, lo comprenderás.
Como te decía, hay una que es la ley de frecuencia y vibración: Somos fuentes de energía en constante vibración y en una determinada frecuencia. Las frecuencias y vibraciones diferentes se alejan y las iguales se unen.
Por eso, si vibras en una frecuencia nueva y diferente por ejemplo que la de tu pareja, la tendencia natural es de que os separéis y de esa forma, dejarás un vacío que el Universo llenará con otra persona que se ajuste a tu vibración actual y por ende, posiblemente a los propósitos que querías manifestar.
Señal nº 2: Necesariamente te verás abocado a tomar decisiones y seguir las señales que te lanza tu voz interior o tu propio cuerpo incluso.
Es preciso que sepas reconocer esto como inminente manifestación de abundancia, porque muchas personas no lo hacen y por ello les entra la ansiedad, el temor, el miedo, y surgen los apegos desesperados para no perder aquello que ven que van a perder y con ello aumentan la resistencia al cambio y surge el dolor.
Si fluyes con la energía, si tomas la decisión de subirte al carro del cambio, cambias toda la configuración del escenario de tu vida y pones toda tu convicción, tu valor, la confianza y la fe inquebrantable de que lo que va a venir para ti es infinitamente mejor que lo que ahora tienes, entonces estarás abriendo la puerta a las bendiciones del cielo y la manifestación de tu abundancia.
Te pongo un ejemplo: Imagina que tu empleo no te hace feliz, te gustaría cambiar de rubro pero no terminas de dar ese paso. Incluso te has apuntado a una formación para cualificarte en esa actividad que tanto te gusta pero a veces ni la sigues como debes seguirla porque tu empleo te desmotiva al punto que te deja sin ganas de estudiar.
De pronto veras que tu empleo te genera mucho estrés, la competencia es mordaz, terminas agotado cada día y el trato con los compañeros o jefes a veces puede ser muy desgastante. Te manipulan, te engañan, te invitan a que tú hagas lo mismo etc. Y llegas al punto de perder hasta la salud y caes de baja por depresión. ¿Te suena?
Tienes dos opciones:
- Revolcarte en la miseria y tardar meses en recuperarte de la depresión sin hacer nada hasta estar bien y volver de nuevo a tu empleo.
- Tomar acción y usar ese tiempo para calmarte, encontrar tu paz y terminar esa formación que te permitirá salir de la rueda de la ratita.
Es obvio que te enfrentas a la toma de decisiones pero a la par tienes que implicarte, comprometerte, estar atento también a las señales que te envía el Universo bien desde fuera o bien desde la voz de tu propio ser interior para tomar la dirección correcta y tomar las decisiones adecuadas y por ende, alinearte en el camino de tu verdadero propósito en la vida. De hecho, el que te sientas enfermo es en si ya una señal, (en el ejemplo que he puesto claro) y tu cuerpo te habla, debes entender su mensaje
Señal nº 3: El Universo te pondrá a prueba
Has tomado tu decisión, crees que estás plenamente convencido de ello y hasta te has hecho una lista de declaración de intenciones en Luna Nueva y la miras cada día para fijar tus objetivos.
Imagina que lo que quieres es atraer el amor a tu vida, a un compañero de viaje con el que pasar el resto de tus días. Sabes ya lo que no estás dispuesto-a a aceptar en una relación y hasta has definido claramente cómo es el perfil de persona que quieres porque tu ofreces lo mismo.
Y comienzan a llegar las pruebas…
El Universo te envía un chico o chica preciosos, imaginate, rubios, esbeltos, ambos pelo largo divino, con un irresistible sex-appeal y te embriagas con su imagen, te quedas en la superficie y de pronto no indagas más porque te conformas con lo que ves.
Le abres espacio en tu vida, en tu corazón e incluso hasta en tu cama. Y cuando has recorrido todos esos pasos, descubres que él o ella están rotos por dentro, acaban de salir de una relación fallida y ahora mismo no están dispuestos a enamorarse de ti, solo quieren diversión o compartir ratos de intimidad para cubrir la necesidad de “cariño” y abrazos.
Failed Attempt
Intento fallido y volvemos de nuevo a la rueda del karma o la rueda de la ratita si lo prefieres.
¿Y porqué has vuelto a este punto?
Por que te has conformado con un sucedáneo. Querías chocolate 100% con almendras, y el Universo te envía como prueba chocolate al 30% y con cacahuetes… ni siquiera avellanas porque igual las almendras ya eran demasiado para ese sucedáneo.
Tienes que estar dispuesto-a a decir NO ante esas tentativas del Universo de disuadirte para confirmar si tus propósitos eran lo que verdaderamente querías porque si no eres firme, te enviará un sucedáneo que finalmente, te hará sufrir y volverás al punto de partida.
Como ves, saber lo que quieres no basta, debes comprometerte y tener la fuerza y la determinación de ir a por ello, y vencer las pruebas que saldrán a tu paso para disuadirte y mantener tu confianza en que lo que pides, se te dará.