Venus en Escorpio
Venus es el planeta de la belleza y los placeres y Escorpio es el signo de la intensidad y el misterio, así que cuando Venus está en Escorpio aparece nuestro otro lado, el que está oculto.
Venus no está cómodo en Escorpio porque no puede expresarse ni desarrollarse, le cuesta mucho acceder al placer o simplemente atraer o relacionarse porque Escorpio le pone un freno.
Con Venus en Escorpio somos más intensos, más dramáticos y una cierta tendencia a la frustración. Somos obsesivos, posesivos, sufridores, celosos e inseguros pero afortunadamente somos como el Ave Fénix con capacidad para resurgir de nuestras cenizas
Aumentamos nuestra capacidad de compromiso, nuestra capacidad de amar y de poner el foco de atención en las personas que amamos. Lo que sucede es que somos extremistas, lo queremos todo o nada, no tenemos miedo al riesgo de comprometerse en una relación y amamos con profundidad pero hasta el extremo de buscar poseer a la pareja.
Se busca el compromiso y la lealtad en el otro aunque puede que nos cueste un poco ver el punto de vista de los demás. Se da mucho pero también se espera mucho del otro y si no se recibe en igual medida… se puede llegar a la frustración.
Si estas en una relación y te sientes desencantado, decepcionado o incluso traicionado, la reacción es que uno se vuelve celoso, resentido o amargado y asume el papel de víctima de una traición y si la relación se rompe, nunca volverá a comenzar sobre las bases anteriores, ni se permitirá que la persona vuelva a afectarte de nuevo personalmente.
Somos cautelosos y prudentes al conocer gente nueva, primero observamos con profundidad antes de decidir si queremos conocer a la persona en otro nivel que no sea la pura amistad.
Puede haber una cierta atracción hacia las ciencias ocultas o los misterios del alma, puede aumentar el psiquismo y empatizar bastante con las emociones de los otros.
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